Es por éste motivo y por la preocupación ante los problemas que está teniendo para sobrevivir, que hemos lanzado éste blog para dar a conocer desde la humildad a la hermosa Apis Mellifera.
Las abejas melíferas son insectos del orden de los Himenópteros, de familia de los Ápidos y del genero Ápis.
También son Antófilas, que quiere decir “que ama las flores”
¿Quien vive en la colmena?
Hay 20.000 especies de abejas, sólo un 5% son sociales, ésto quiere decir que viven en colonias. Pueden estar constituidas por miles de individuos y cada uno cumple una función. Cada colonia vive en una colmena, que puede ser silvestre (ya casi no existen) o bien doméstica, proporcionada por el apicultor. Hay tres tipos de individuo en cada colonia: reina, obreras y zánganos.
La reina
Solo hay una, es la única hembra fértil y es la madre de toda las abejas que viven en la colmena. Es la única que pone huevos, puede poner una media de 2000 huevos al día, dependiendo de la época del año y las necesidades de la colonia.
Proviene de un huevo igual al resto de las obreras, la diferencia es que será alimentada durante toda su vida por Jalea Real (de ahí su nombre), a diferencia del resto de las abejas, que solo se alimentan de ésta sustancia durante los primeros tres días.
Ésta alimentación hace que tenga un mayor tamaño corporal, el desarrallo del ovario y acorta el tiempo de su desarrollo, que será de aproximadamente 16 días desde la puesta del huevo hasta el nacimiento de la reina virgen.
La celda que dará lugar a una reina, se llama celda real o realera y tiene la forma de una cáscara de cacahuete.
Observar el gran tamaño del abdomen de la reina |
Ésta alimentación hace que tenga un mayor tamaño corporal, el desarrallo del ovario y acorta el tiempo de su desarrollo, que será de aproximadamente 16 días desde la puesta del huevo hasta el nacimiento de la reina virgen.
La celda que dará lugar a una reina, se llama celda real o realera y tiene la forma de una cáscara de cacahuete.
Celda real |
Aunque puede que las obreras protejan el resto de realeras, hasta estar seguras de la fecundación de la reina, ya que podría morir durante el vuelo de fecundación, lo cual sería catastrófico para la colonia, por eso tienen la precaución de criar varias reinas.
Después de nacer, al cabo de pocos días ya está lista para ser fecundada, lista para lo que llamamos el vuelo nupcial, se aleja de la colmena en busca de zánganos que la fecunden. Durante el vuelo sólo los mas fuertes fecundarán a la reina, acto que les costará la vida.
Los vuelos suelen ser varios, 3 o más y la abeja reina se acopla con 7 o más zánganos. Ésto favorece la diversidad genética.
En estos acoplamientos el zángano transfiere a la reina un paquete de semen (espermatozoides) que ella almacena dentro de un órgano llamado espermateca.
La abeja reina, tristemente sera la única abeja que jamas visite una flor, no abandona la colmena, salvo en los vuelos de fecundación o cuando se forma un enjambre que de lugar a una nueva colonia.
A partir de ahora, pasará el resto de su vida poniendo huevos, rodeada en todo momento por una corte de obreras, que la alimentarán y cuidarán.
Puede llegar a vivir 5 años, lo cual es asombroso para un insecto y es debido una vez más a la jalea real.
Forman la población más numerosa: 80.000 en primavera y unas 20.000 en invierno. Todas son hembras no fértiles y se encargan de las tareas habituales de la colmena, como son la recolección del néctar, polen, agua, limpieza y cría. Unas pocas horas después de nacer ya empezará a trabajar.
La vida de las abejas es muy corta, las que nacen en primavera viven unos 40 días, por el contrario; las que nacen en otoño viven unos tres meses, hasta que enlazan con sus nuevas compañeras, en la primavera siguiente.
Las abejas son muy limpias, esto es muy importante para que no haya un problema sanitario dentro de la colmena, las limpiadoras preparan las celdas para que reciban el huevo, ya que la reina solo deposita los huevos en celdillas que previamente hayan sido limpiadas, ¡Para preparar una celdilla se necesitan unos 40 minutos!También hay que evacuar los residuos del fondo de la colmena como trozos de opérculos, pelotas de polen, mudas de pupas, escamas de cera e incluso sacar fuera de la colmena cadáveres de otras abejas. Si algún animal consigue entrar en la colmena y fallece en el interior será propolizado para evitar posibles infecciones.
Las abejas nodrizas son las encargadas de los cuidados para el desarrollo de la cría, ya que a esta edad han desarrollado las glándulas que permiten que segregen la jalea real, preparan la comida que necesitan las larvas y la distribuyen, las larvas desprenden señales químicas por las cuales las nodrizas deducen la edad de las larvas, utilizando proporciones diferentes de sus secreciones.
Los panales forman la estructura física del nido. Hay celdillas de 2 tamaños, para obreras y para zánganos.La cera es segregada por la abeja cerera en forma de pequeñas escamas que salen de su abdomen, a las que le añade saliva y amasa con su mandíbula. Siempre comienzan desde la parte superior y continúan hacia abajo.
Las guardianas desempeñan el papel de defensa, que es fundamental. Verifican que las abejas que entran y salen de la colmena pertenezcan a la colonia, impidiendo el pillaje. También, tienen la misión de alertar al resto sobre cualquier peligro o enemigo.
Si algún intruso intentara entrar, atacarán echándolo, si éste opusiera resistencia, le picarán con su aguijón.
Cuando cumple 21 días, la abeja ya ha pasado por todos los trabajos que debía desempeñar, su ultimo trabajo, el que le ocupará hasta su muerte será el de pecorear.
Entre el día 12 y 24 de su eclosión, está maduro para el apareamiento, realiza largos vuelos a diario alrededor de las colmenas en busca de reinas vírgenes.
En el vuelo nupcial, el zángano más fuerte fecundará a la reina, perdiendo después su aparato genital y muriendo.
Suelen ponerse en lugares específicos donde se reúnen a la espera de un vuelo de fecundación y si no consiguen fecundar una reina, irán de colmena en colmena, lo cual los convierte en peligrosos transmisores de enfermedades.
Es fácil reconocerlos, gracias a sus grandes ojos, su mayor tamaño en comparación con la obrera, su robusto abdomen y el ruidoso zumbido que hacen al volar.
La razón del tamaño más grande de sus ojos es la de tener un campo de visión más amplio, ésto les permite localizar a las reinas vírgenes en vuelo.
Su lengua es más corta, lo que les impide libar el néctar de las flores, por eso tiene que ser alimentados por las obreras.
Tampoco tienen corbícula, que es el nombre que se la da a la cestilla que tienen las obreras en el tercer par de patas, por lo tanto no pueden recoger polen o propóleo y transportarlo.
Por todos estos motivos se ha ganado su mala fama de vago o perezoso. Así su nombre se ha convertido en un insulto que le damos a la persona que no hace nada, pero la naturaleza es así, cada individuo tiene una función especifica que tiene su valor y sin el zángano la especie desaparecería, claro está.
Desde nuestra perspectiva, los zánganos disfrutan de una buena vida. Sin trabajar, siendo alimentados y apareandose, pero...siempre hay un pero, cuando ya no son necesarios, cuando las reinas ya están fecundadas y la comida empieza a escasear, son apartados sin contemplaciones, se les niega la comida y la entrada a las colmenas, muriendo al poco de hambre o frío.
¿Ya no nos parece una vida tan dulce, verdad?
Todos los seres vivos se multiplican o tratan de hacerlo aunque sea lo último que hagan con tal de preservar la especie.
Además el proceso de enjambrazón es uno de los métodos que la naturaleza a dado a las abejas para evitar la consanguinidad, los enjambres llevan los genes lejos de su colmena de origen.
Pero antes de dividirse debe crecer y este proceso se inicia en primavera en concordancia con el ciclo floral. A medida que aumenta la floración se incrementa la postura, los nacimientos de las abejas obreras, que a su vez aumentan la cantidad de panales, con ellos las reservas de miel y polen que servirán para alimentar nuevas crías.
En la cúspide de este vigoroso crecimiento, cuando la colmena está repleta de abejas obreras, de zánganos y reservas de alimento se produce la enjambrazón.
En la estructura vieja quedan pocas crías,casi todas las reservas de alimentos, casi la mitad de las obreras y un rosario de voluminosas celdas, en los bordes inferiores de los panales.
Son las futuras reinas. Una de ellas logrará refundar la colmena para continuar con su cometido.
A partir de este momento y una vez que se ha fecundado la nueva reina madre de esta colmena, comienza nuevamente un ciclo de posturas, nacimientos, hasta que llegado el otoño la reina gradualmente reduce la postura para prepararse al descanso invernal.
¿Pero que le ha ocurrido a la vieja reina?
La mitad de las abejas de la colonia, acompañada por su vieja reina, deja su colmena para posarse en la rama de un árbol o quizá otro lugar cercano, hasta que las abejas exploradoras, que parten en distintas direcciones, buscan un lugar donde proseguir el desarrollo de una nueva colonia.
Pero antes de abandonar la antigua colmena se llenarán los buches, para tener reservas suficientes hasta encontrar su nueva casa.
Cuando las exploradoras regresan, comunican al resto lo que han encontrado, en consenso deciden la mejor ubicación y alzan el vuelo en una organizada nube que se dirigirá directamente al nuevo emplazamiento.
Una vez instaladas, comenzará de nuevo el frenético trabajo, las cereras a construir hermosos panales y la reina a poner huevos, que cuidarán y alimentarán las nodrizas.
De esta forma comienza un nuevo ciclo que se viene repitiendo desde hace muchos millones de años, muchísimo antes de que el hombre andara sobre la tierra.……
Las abejas tienen su propia forma de comunicación. Ellas intercambian mensajes como: “Hay mucho néctar cerca”; “La reina está poniendo huevos bien”; “Peligro, hay enemigos” y otras. Ellas usan el olfato, tacto y danza en su comunicación.
La obrera
Obreras almacenadoras |
Ninguna abeja trabaja para ella sola, sino que lo hace por el bien común de todas las abejas de su colonia.
Las abejas que nosotros vemos yendo de flor en flor, las llamamos pecoreadoras y son las encargadas de ir recolectando néctar que es el principal ingrediente para que ellas puedan fabricar la miel y también recolectan polen que cargan y descargan de las flores a la colmena sin cesar.
La abeja obrera como dice su nombre es una trabajadora incansable. El trabajo es planificado de manera asombrosa por las abejas según su edad:
Las abejas que nosotros vemos yendo de flor en flor, las llamamos pecoreadoras y son las encargadas de ir recolectando néctar que es el principal ingrediente para que ellas puedan fabricar la miel y también recolectan polen que cargan y descargan de las flores a la colmena sin cesar.
La abeja obrera como dice su nombre es una trabajadora incansable. El trabajo es planificado de manera asombrosa por las abejas según su edad:
- Limpiadoras (desde su nacimiento hasta su 3º o 4º día)
Las abejas nodrizas son las encargadas de los cuidados para el desarrollo de la cría, ya que a esta edad han desarrollado las glándulas que permiten que segregen la jalea real, preparan la comida que necesitan las larvas y la distribuyen, las larvas desprenden señales químicas por las cuales las nodrizas deducen la edad de las larvas, utilizando proporciones diferentes de sus secreciones.
Las celdillas que contienen las larvas reciben muchas visitas de inspección (por varias abejas). Así una larva durante su gestación recibe 7000 visitas de inspección frente a 1100 entregas de comida.
- Constructoras (desde el día 11 hasta el 17 aprox.)
La creación de la cera es un proceso bastante caro para la abeja, ya que consumen diez kilos de miel por cada kilo de cera que crean. Por esta razón, se deben segurar de no están perdiendo recursos al crear las estructuras que albergarán el néctar y la miel. El secreto está en la geometría de las estructuras.
Cuando una pecoreadora regresa a la colmena con su carga de néctar, tiene que liberarse de ella para volver a pecorear.
La transferencia se hace mediante trofalaxia, es el método boca a boca mediante el cual las abejas se alimentan y trasfieren nutrientes y enzimas para crear la miel o sustancias de reconocimiento, como las feromonas.
Almacenan la miel en la periferia de la zona de cría.
Cuando una pecoreadora regresa a la colmena con su carga de néctar, tiene que liberarse de ella para volver a pecorear.
La transferencia se hace mediante trofalaxia, es el método boca a boca mediante el cual las abejas se alimentan y trasfieren nutrientes y enzimas para crear la miel o sustancias de reconocimiento, como las feromonas.
Almacenan la miel en la periferia de la zona de cría.
- Guardianas (desde el día 21 hasta el día 24)
Las guardianas desempeñan el papel de defensa, que es fundamental. Verifican que las abejas que entran y salen de la colmena pertenezcan a la colonia, impidiendo el pillaje. También, tienen la misión de alertar al resto sobre cualquier peligro o enemigo.
Si algún intruso intentara entrar, atacarán echándolo, si éste opusiera resistencia, le picarán con su aguijón.
El aguijón de la abeja es su medio de defensa, pero cuando lo utiliza es a costa de su vida.
- Pecoreadoras (desde el día 24 aprox. hasta su muerte)
Cuando cumple 21 días, la abeja ya ha pasado por todos los trabajos que debía desempeñar, su ultimo trabajo, el que le ocupará hasta su muerte será el de pecorear.
El néctar es una sustancia azucarada que se encuentra en las flores, la abeja lo aspira y lo almacena en una parte de su abdomen que se llama buche.
También recogen polen, el cual almacenan en sus patas en una especie de cestillas, desarolladas a tal efecto.
También recogen polen, el cual almacenan en sus patas en una especie de cestillas, desarolladas a tal efecto.
En realidad la distancia total que tiene que recorrer la pecoreadora para conseguir el néctar y el polen es lo que determina su longevidad.
Antes de convertirse en pecoreadora la abeja realizara unos vuelos de orientación durante los cuales memorizará el entorno y aprenderá los puntos topográficos de referencia.
Hay abejas que se especializan en recoger néctar y polen, otras agua y otras recogen propóleo.
La edad en que las abejas realizan cada tarea, puede variar en función de las necesidades de la colonia. Cotinuamente se transmiten mensajes a través de la trofalaxia, que recordemos es el intercambio de alimento, pero también a través de ella se transmiten feromonas.
Así, si hay suficientes abejas recolectoras en la colmena, el desarrollo de las abejas más jóvenes se retrasará por la acción de esta hormona de inhibición. Si por el contrario, en las colonias hay pocas abejas que liben el néctar, las abejas más jóvenes comenzarán a libar casi dos semanas antes que en condiciones habituales.
Antes de convertirse en pecoreadora la abeja realizara unos vuelos de orientación durante los cuales memorizará el entorno y aprenderá los puntos topográficos de referencia.
Hay abejas que se especializan en recoger néctar y polen, otras agua y otras recogen propóleo.
La edad en que las abejas realizan cada tarea, puede variar en función de las necesidades de la colonia. Cotinuamente se transmiten mensajes a través de la trofalaxia, que recordemos es el intercambio de alimento, pero también a través de ella se transmiten feromonas.
Así, si hay suficientes abejas recolectoras en la colmena, el desarrollo de las abejas más jóvenes se retrasará por la acción de esta hormona de inhibición. Si por el contrario, en las colonias hay pocas abejas que liben el néctar, las abejas más jóvenes comenzarán a libar casi dos semanas antes que en condiciones habituales.
El zángano
Es la abeja macho de la colonia, según la época del año representa aproximadamente el 5% de la población de la colmena, nace de un huevo sin fecundar, tiene una doble función que es la de fecundar a la reina y proporcionar calor al nido de cría.
Vive sólo en primavera y verano, aunque en Mallorca lo solemos ver hasta bien entrado el otoño. No posee aguijón.Entre el día 12 y 24 de su eclosión, está maduro para el apareamiento, realiza largos vuelos a diario alrededor de las colmenas en busca de reinas vírgenes.
En el vuelo nupcial, el zángano más fuerte fecundará a la reina, perdiendo después su aparato genital y muriendo.
Suelen ponerse en lugares específicos donde se reúnen a la espera de un vuelo de fecundación y si no consiguen fecundar una reina, irán de colmena en colmena, lo cual los convierte en peligrosos transmisores de enfermedades.
Es fácil reconocerlos, gracias a sus grandes ojos, su mayor tamaño en comparación con la obrera, su robusto abdomen y el ruidoso zumbido que hacen al volar.
La razón del tamaño más grande de sus ojos es la de tener un campo de visión más amplio, ésto les permite localizar a las reinas vírgenes en vuelo.
Su lengua es más corta, lo que les impide libar el néctar de las flores, por eso tiene que ser alimentados por las obreras.
Tampoco tienen corbícula, que es el nombre que se la da a la cestilla que tienen las obreras en el tercer par de patas, por lo tanto no pueden recoger polen o propóleo y transportarlo.
Por todos estos motivos se ha ganado su mala fama de vago o perezoso. Así su nombre se ha convertido en un insulto que le damos a la persona que no hace nada, pero la naturaleza es así, cada individuo tiene una función especifica que tiene su valor y sin el zángano la especie desaparecería, claro está.
Desde nuestra perspectiva, los zánganos disfrutan de una buena vida. Sin trabajar, siendo alimentados y apareandose, pero...siempre hay un pero, cuando ya no son necesarios, cuando las reinas ya están fecundadas y la comida empieza a escasear, son apartados sin contemplaciones, se les niega la comida y la entrada a las colmenas, muriendo al poco de hambre o frío.
¿Ya no nos parece una vida tan dulce, verdad?
Enjambrazón
La vida de una nueva colmena comienza a partir de la división de la colmena en dos nuevas colmenas, madre e hija y a este proceso de división se le denomina “Enjambrazón”.
Todos los seres vivos se multiplican o tratan de hacerlo aunque sea lo último que hagan con tal de preservar la especie.
Además el proceso de enjambrazón es uno de los métodos que la naturaleza a dado a las abejas para evitar la consanguinidad, los enjambres llevan los genes lejos de su colmena de origen.
Pero antes de dividirse debe crecer y este proceso se inicia en primavera en concordancia con el ciclo floral. A medida que aumenta la floración se incrementa la postura, los nacimientos de las abejas obreras, que a su vez aumentan la cantidad de panales, con ellos las reservas de miel y polen que servirán para alimentar nuevas crías.
En la cúspide de este vigoroso crecimiento, cuando la colmena está repleta de abejas obreras, de zánganos y reservas de alimento se produce la enjambrazón.
La estimación que realizan las abejas jóvenes sobre la abundancia de los recursos (néctar y polen), el tamaño de la colonia cuando es grande y el pronóstico del tiempo son los desencadenantes principales de la generación de un nuevo enjambre. Para iniciar la enjambrazón (proceso de decisión y reproducción de un enjambre), la colonia preparará de 10 a 20 nuevas reinas hijas.
Una parte de las obreras, algunos machos y la reina abandonan el nido en busca de otro lugar para iniciar una nueva vida.
Una parte de las obreras, algunos machos y la reina abandonan el nido en busca de otro lugar para iniciar una nueva vida.
En la estructura vieja quedan pocas crías,casi todas las reservas de alimentos, casi la mitad de las obreras y un rosario de voluminosas celdas, en los bordes inferiores de los panales.
Son las futuras reinas. Una de ellas logrará refundar la colmena para continuar con su cometido.
A partir de este momento y una vez que se ha fecundado la nueva reina madre de esta colmena, comienza nuevamente un ciclo de posturas, nacimientos, hasta que llegado el otoño la reina gradualmente reduce la postura para prepararse al descanso invernal.
¿Pero que le ha ocurrido a la vieja reina?
La mitad de las abejas de la colonia, acompañada por su vieja reina, deja su colmena para posarse en la rama de un árbol o quizá otro lugar cercano, hasta que las abejas exploradoras, que parten en distintas direcciones, buscan un lugar donde proseguir el desarrollo de una nueva colonia.
Pero antes de abandonar la antigua colmena se llenarán los buches, para tener reservas suficientes hasta encontrar su nueva casa.
Cuando las exploradoras regresan, comunican al resto lo que han encontrado, en consenso deciden la mejor ubicación y alzan el vuelo en una organizada nube que se dirigirá directamente al nuevo emplazamiento.
Una vez instaladas, comenzará de nuevo el frenético trabajo, las cereras a construir hermosos panales y la reina a poner huevos, que cuidarán y alimentarán las nodrizas.
De esta forma comienza un nuevo ciclo que se viene repitiendo desde hace muchos millones de años, muchísimo antes de que el hombre andara sobre la tierra.……
La comunicación de las abejas
Las abejas tienen dos antenas que salen de su cabeza. Estas tienen unos agujeros pequeños que les sirven de nariz y pueden sentir los olores de las flores, de sus enemigos y de las abejas de la colonia, y los olores especiales de las feromonas.
Las feromonas son sustancias químicas secretadas por los seres vivos cuya función es la de provocar un determinado comportamiento en individuos de la misma especie o de otras en algunos casos.
En el caso de las abejas se producen en glándulas especiales y actúan a través del olfato por regla general.
En el caso de las abejas se producen en glándulas especiales y actúan a través del olfato por regla general.
Las abejas tienen hasta 15 glándulas conocidas, que producen una gran variedad de compuestos, para provocar distintas respuestas en las demás.
- El olor de la reina
- Olor de alarma
- Olor de orientación
- Olores en reproducción
Cuando la cometa de zánganos esta cerca, la reina tiene otra feromona para estimular (e invitar) al zángano a fecundar.
- Olor de flores
- Olor de colmenas
- Danzas
A través de la danza se informa de tipo de alimento, cantidad, distancia y ubicación exacta orientándose con la posición del sol.
La danza circular, que indica que la fuente de alimento está a menos de 80 metros, el vigor de la danza es proporcional a la concentración de néctar descubierto.
La danza oscilante o en ocho, cuando está a mas de 80 metros de distancia y dependiendo hacia que dirección se realiza el baile indica el angulo entre la colmena y el sol donde se ubica la fuente de alimento.
Para captar y analizar su entorno las abejas poseen unos sofisticados sistemas sensoriales.
Los ojos: Las abejas poseen cinco ojos, dos compuestos y tres ocelos.
Los ojos compuestos son excelentes instrumentos para detectar movimiento. Función importante para alertar de depredadores y localizar las fuentes de néctar.
Los ojos simples u ocelos, localizados en la parte superior de la cabeza, sirven para percibir la intensidad de luz.
Ocelos en la parte superior de la cabeza |
El pelo, receptores del tacto y el movimiento: Una serie de receptores sensoriales tapiza todo el cuerpo de las abejas que registran el mas mínimo movimiento, incluso en los ojos que le permiten percibir y medir flujos de aire y les proporcionan información sobre el vuelo.
Tienen tres fuentes sensoriales del gusto, en antenas, boca y patas posteriores, son muy sensibles a los sonidos, son capaces de oír y percibir las vibraciones sobre el soporte en que se encuentren. Tienen tres diferentes órganos auditivos, dos en las antenas y uno en las patas anteriores.
CICLO DE VIDA DE LAS ABEJAS
Las abejas de la miel, Apis mellifera y otras especies como la Apis cerana, son holometabolous; individuos que se someten a cuatro etapas de la vida diferentes (huevo, larva, pupa y adulto).
La reina pone un solo huevo en cada celda o alvéolo de cera destinado a la cría. Los huevos son pequeños, blancos, y con forma oval y sin segmentos. Las larvas emergen o eclosionan de los huevos después de tres días de vida.
Larvas
Recién salidos del cascarón, las larvas se rizan en forma de C en la parte inferior de la celda, en ellas se aprecian los segmentos típicos. Las larvas son de color blanco, son ciegas y no tienen extremidades, con un brillo húmedo. Las larvas son alimentadas con alimento larval y/o jalea real dentro de sus alvéolos (celdillas hexagonales), hasta que son lo suficientemente grandes como para realizar la metamorfosis, también conocido como periodo de pupa o ninfa. En ese momento las abejas obreras adultas cierran con cera los alvéolos de las pre-pupas, algo conocido en la apicultura como “celdas operculadas”.
Ninfa
La metamorfosis de las larvas en pupas que madurarán en insectos adultos se realiza en la intimidad oculta del opérculo, debajo de la cera de cierre de la celdilla. Este periodo de reposo se completa en un periodo más largo en el caso de los zánganos, debido a su mayor envergadura. Algunos opérculos de zánganos (drones) tienen un poro característico, en el caso de la pupa en Apis cerana y Apis Koschevnikovi Buttel-Reepen.
Adultos
De acuerdo con su desarrollo de pupa, los nuevos adultos se abren camino para salir de sus celdas cerradas (operculadas).
El sexo de cada abeja se determina a través de la fecundación de un óvulo de la reina, será macho si el óvulo no se fecunda con esperma (haploide) o hembra si la reina suma al óvulo una micro-dosis de esperma (diploide como los mamíferos).
En este sistema, la reina o las obreras a través del tipo de celda que construyan (aún es un misterio por resolver) deciden el sexo de su descendencia por medio de huevos no fertilizados o fertilizados. huevos no fecundados (sin contribución paterna genética) serán zánganos, y óvulos fertilizados (ambas contribuciones genéticas maternos y paternos) se convierten en hembras (obreras o reinas).
Las larvas hembras se diferencian aún más entre las obreras o reinas según la base de la dieta con la que las alimentan las abejas jóvenes (nodrizas), además de construir una celdilla especial para las reinas, conocida como realera, que tiene la forma y tamaño de una vaina de cacahuete.
De acuerdo con su desarrollo de pupa, los nuevos adultos se abren camino para salir de sus celdas cerradas (operculadas).
El sexo de cada abeja se determina a través de la fecundación de un óvulo de la reina, será macho si el óvulo no se fecunda con esperma (haploide) o hembra si la reina suma al óvulo una micro-dosis de esperma (diploide como los mamíferos).
En este sistema, la reina o las obreras a través del tipo de celda que construyan (aún es un misterio por resolver) deciden el sexo de su descendencia por medio de huevos no fertilizados o fertilizados. huevos no fecundados (sin contribución paterna genética) serán zánganos, y óvulos fertilizados (ambas contribuciones genéticas maternos y paternos) se convierten en hembras (obreras o reinas).
Las larvas hembras se diferencian aún más entre las obreras o reinas según la base de la dieta con la que las alimentan las abejas jóvenes (nodrizas), además de construir una celdilla especial para las reinas, conocida como realera, que tiene la forma y tamaño de una vaina de cacahuete.
Las larvas hembras destinadas a ser obreras se alimentan con de dieta estándar basada principalmente de polen y néctar (alimento o papilla larval) hasta que se convierten en obreras adultas a los 21 días. Por el contrario, las larvas hembras que son alimentadas solo con jalea real se convertirán en reinas, en tan solo 16 días desde la fecundación del óvulo por el esperma.
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