DW: ¿Cuántos insectos hay en el mundo?
Dave Goulson: Los insectos son la forma de vida predominante en nuestro planeta. Hemos identificado más de un millón de especies, pero podría haber entre cinco y diez millones. En cuanto al número de individuos, hay muchos más insectos que cualquier otra cosa (excluyendo microorganismos como las bacterias).
¿Por qué están desapareciendo los insectos?
La mayoría de expertos está de acuerdo en que se trata de una combinación de factores, principalmente asociados a la forma de agricultura que se practica desde los últimos cien años. Nos hemos trasladado a una agricultura industrial con campos muy grandes de monocultivos, que se tratan con muchos pesticidas. Es muy difícil para la mayoría de insectos sobrevivir en estas condiciones.
¿Por qué deberíamos preocuparnos por la extinción de insectos?
preocuparse porque no podríamos sobrevivir sin insectos. La polinización es probablemente el ejemplo más conocido de lo que los insectos hacen por nosotros. A veces son abejas, a veces moscas, escarabajos o lo que sea. La mayoría de frutas y verduras que comemos, así como estimulantes como el café y el chocolate, no existirían sin insectos.
Los insectos también contribuyen a la descomposición de hojas, árboles muertos y cadáveres de animales. Ayudan a reciclar nutrientes para que estén de nuevo disponibles. Si no fuera por los insectos, habría montones de animales muertos y estiércol por todas partes.
¿Cómo sería un mundo sin insectos?
La polinización es necesaria para la mayoría de flores silvestres. Si perdemos la mayoría de nuestros insectos, perderíamos nuestras flores silvestres y con ello todos los seres vivos que comen esas flores. Los insectos se encuentran en el corazón de todo proceso ecológico que podamos imaginar. Sin ellos, viviríamos en un mundo estéril y aburrido, donde tendríamos que alimentarnos más mal que bien con pan y avena.
¿Qué pasa con las plagas de mosquitos? ¿Cumplen también una función biológica?
Todos los insectos son buenos para algo. O son alimento para otros animales o polinizan plantas. Pero no todos los organismos tienen que tener un propósito. Una o dos especies de insectos pueden extinguirse sin ningún efecto notable. La preocupación es que a medida que perdemos más y más especies de insectos, los ecosistemas perecerán lentamente.
Los investigadores descubrieron recientemente que la población de mosquitos en una región protegida en Alemania disminuyó en un 75 por ciento. Sin embargo, esto no ha influido en las cosechas, ¿verdad?
La mayoría de cultivos de Europa no depende de la polinización de insectos. El trigo, por ejemplo, es polinizado por el viento, pero en otros lugares del mundo se está empezando a notar el impacto de la pérdida de polinizadores. En algunas partes de China, por ejemplo, los manzanos y perales se polinizan a mano ya que no hay suficientes abejas que asuman esta tarea.
Entonces, ¿no hemos experimentado aún el impacto total de la extinción de insectos?
Así es. Por un lado, tenemos una población humana en crecimiento, tratando de cultivar más y más alimentos. Y por otro lado, tenemos una población de polinizadores que está disminuyendo a gran velocidad. En algún momento, ambos fenómenos chocarán. No tardará más de diez años, incluso menos en mi opinión.
¿Por qué se ven tan afectadas las colonias de abejas?
La agricultura intensiva ha dado lugar a un paisaje con muy pocas flores, y si las hay, es muy probable que estén contaminadas con pesticidas. Eso dificulta la vida de las abejas. Además, hemos propagado accidentalmente muchas enfermedades de himenópteros transportando y cruzando abejas melíferas por todo el planeta. Si una abeja está enferma, envenenada y hambrienta al mismo tiempo, no es sorprendente que muera.
¿Salvará a las abejas la prohibición del uso de neonicotinoides al aire libre en la Unión Europea?
No. Algunas personas creen erróneamente que los neonicotinoides son el principal problema al que se enfrentan las abejas. Estos plaguicidas son perjudiciales para esta especie y es sabio y sensato abandonar su uso. Pero actualmente empleamos unos 500 plaguicidas diferentes en Europa. Prohibir tres de ellos, probablemente los tres peores, es un buen comienzo, pero aún queda un largo recorrido. Si se retira un plaguicida, el agricultor solo quiere saber qué sustancia puede emplear en su lugar. Realmente tenemos que examinar todo el sistema agrario y encontrar una forma de reducir masivamente el uso de plaguicidas.
Los abejorros son un ejemplo clásico. Se trata de insectos grandes y peludos, que se adaptan bien a climas fríos y húmedos, y que tendrán que hacer frente al aumento de temperaturas. Se estima que el abejorro europeo se extinguirá a finales de este siglo.
¿Se beneficiarán algunas especies de insectos del cambio climático?
Algunos insectos seguro. Aquellos que se reproducen fácilmente y tienen grandes poblaciones, pueden adaptarse bien. Normalmente, tienden a ser los que percibimos como plagas y no queremos. Mientras que las mariposas, libélulas y abejorros, que se reproducen de forma mucho más lenta, no tienen gran capacidad de adaptación. Así que corremos el riesgo de exterminar la mayoría de los insectos hermosos e importantes que realmente nos gustan y quedarnos con muchas moscas y cucarachas.
Fuente: El País.
Dave Goulson es profesor de biología en la Universidad de Sussex en el Reino Unido.
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