La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha confirmado hoy que tres polémicos insecticidas neonicotinoides —imidacloprid y clotianidina, fabricados por Bayer, y tiametoxam, de Syngenta— “en general” representan “un riesgo para las abejas silvestres [abejorro común y abeja solitaria] y las abejas melíferas”.
Estos pesticidas, de uso frecuente en todo el mundo en cultivos de maíz, girasol, colza y algodón, están sometidos a restricciones en la UE desde 2013, en aplicación del principio de precaución.
Tras analizar 1.500 estudios científicos, la EFSA subraya que el riesgo es “en general”. Los resultados “varían en función de factores como la especie de abeja, el uso previsto para el plaguicida y las diferentes rutas de exposición (a través de residuos en polen y néctar, por la dispersión del polvo durante la siembra de semillas tratadas o a través del consumo de agua)”, según especifica la agencia europea, que admite riesgos bajos para algunos usos. “Sin embargo, tomadas en conjunto, las conclusiones confirman que los neonicotinoides representan un riesgo para las abejas”, zanja.
La EFSA subraya que es un organismo dedicado a la evaluación científica de riesgos y que no toma decisiones respecto a la autorización de productos regulados, incluyendo los pesticidas. Son los estados miembros y la Comisión Europea los que tendrán que tomar una decisión tras el dictamen de la EFSA.
La EFSA confirma que estas sustancias químicas representan un alto riesgo para las abejas y que las restricciones de la Unión Europea impuestas en 2013 son insuficientes para controlar estos riesgos.
Franziska Achterberg, directora de Política Alimentaria de la UE de Greenpeace, ha señalado que “las evidencias son abrumadoras: las abejas -y, por tanto, los cultivos y plantas que polinizan- están en grave riesgo debido al uso de neonicotinoides. Los gobiernos nacionales deben respaldar la propuesta de la UE para prohibir los neonicotinoides como primer paso para prevenir el declive catastrófico de las poblaciones de abejas“.
En marzo de 2017, la Comisión Europea propuso la ampliación de la prohibición de los tres neonicotinoides, excepto cuando se usan en invernaderos. Los gobiernos nacionales votarán esta propuesta el próximo 22 de marzo, tras el aplazamiento de una votación en diciembre de 2017.
La revisión de hoy es el resultado de las restricciones parciales de la UE, introducidas en 2013, sobre el uso de los tres insecticidas neonicotinoides en agricultura. Este documento llega tras cinco informes anteriores de la EFSA entre 2015 y 2016, que resaltan consistentemente los peligros que estos pesticidas representan para las abejas melíferas y las silvestres.
“Cada minuto que esperamos las abejas se están muriendo. La
Comisión Europea debe actuar de forma inmediata y España respaldar su
propuesta de prohibición de los neonicotinoides. La evidencia científica
es contundente y no hay excusas para no apoyar esta propuesta”, ha concluido Luís Ferreirim, responsable de la campaña de Agricultura de Greenpeace España.
La función polinizadora de las abejas es esencial en cultivos como la alfalfa, las almendras, los pepinos y las fresas. En los últimos años, multitud de estudios científicos han alertado del declive de las abejas, golpeadas por diferentes amenazas, además del uso abusivo de algunos pesticidas: la desaparición de su hábitat, una avispa asiática invasora que destruye las colmenas, el parásito Nosepa apis que colapsa su aparato digestivo, el ácaro Varroa que ingiere sus líquidos internos, el calentamiento global. Los expertos de la EFSA reconocieron en junio en una cumbre en Bruselas que se desconoce qué está pasando realmente con las abejas. Hay que recoger muchos más datos.
En marzo de 2017, la Comisión Europea propuso la ampliación de la prohibición de los tres neonicotinoides, excepto cuando se usan en invernaderos. Los gobiernos nacionales votarán esta propuesta el próximo 22 de marzo, tras el aplazamiento de una votación en diciembre de 2017.
La revisión de hoy es el resultado de las restricciones parciales de la UE, introducidas en 2013, sobre el uso de los tres insecticidas neonicotinoides en agricultura. Este documento llega tras cinco informes anteriores de la EFSA entre 2015 y 2016, que resaltan consistentemente los peligros que estos pesticidas representan para las abejas melíferas y las silvestres.
La función polinizadora de las abejas es esencial en cultivos como la alfalfa, las almendras, los pepinos y las fresas. En los últimos años, multitud de estudios científicos han alertado del declive de las abejas, golpeadas por diferentes amenazas, además del uso abusivo de algunos pesticidas: la desaparición de su hábitat, una avispa asiática invasora que destruye las colmenas, el parásito Nosepa apis que colapsa su aparato digestivo, el ácaro Varroa que ingiere sus líquidos internos, el calentamiento global. Los expertos de la EFSA reconocieron en junio en una cumbre en Bruselas que se desconoce qué está pasando realmente con las abejas. Hay que recoger muchos más datos.
Más información y documentación EFSA: https://es.greenpeace.org/es/sala-de-prensa/comunicados/la-autoridad-europea-de-seguridad-alimentaria-confirma-que-los-neonicotinoides-son-peligrosos-para-las-abejas/
Fuentes: El País
Greenpeace
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