Ya sabíamos que el aleteo de la mariposa en Siberia puede causar un huracán en México. El doctor Haines nos descubre, además, que el calentamiento global está secando los arbustos, que alimentaban las abejas, que polinizaban las frutas y verduras, que nos daban los nutrientes, sabores y olores, que nos mantenían satisfechos y sanos. Nuestro mundo es un sistema en el que no se puede estirar de un hilo sin romper otro. En la ONU, sir Andrew es el encargado de estudiar cómo el calentamiento global empeora nuestra salud. Y también me da la buena noticia de que si reducimos la polución del aire y el agua, restauraremos los hábitats de especies de insectos, que volverán a polinizar nuestros vegetales, que...
Andrew Haines,
investigador para la ONU de los efectos del cambio climático en la salud
Ha producido olas de calor, como la del 2003, que causó la muerte de 7.000 europeos; y sufriremos otras, pero me temo que sus peores efectos serán mucho más difusos y a largo plazo.
Por ejemplo.
El ébola fue un virus transmitido por un contacto entre un murciélago y un niño.
¿Qué tuvo que ver con el clima?
Mucho, pero de forma indirecta. Al variar las temperaturas, también varían las áreas de cultivo y las especies. Con ellas, cambian los insectos y, al mismo tiempo, sus predadores, y entre ellos, por ejemplo, los murciélagos.
¿Provocan enfermedades?
De repente, los murciélagos que persiguen esos insectos a las nuevas zonas de cultivo se vuelven comunes en áreas habitadas, y los niños matan a uno. Y tocan su sangre.
Son sus juguetes.
Así empezó la transmisión del virus entre las dos especies. Los humanos no habían desarrollado defensas contra el virus antes, porque no habían sido necesarias, porque no tenían contacto con murciélagos.
¿El sida fue un contagio parecido?
No es mi especialidad, pero sí, hubo una transmisión del virus de simios a humanos. Seguramente por la mayor proximidad también entre ambas especies, propiciada a su vez por la alteración de áreas de cultivo causada por el calentamiento global.
¿Hay muchos de esos nuevos virus?
La malaria llega ahora, gracias al aumento de temperaturas, a nuevas áreas más elevadas, donde antes el mosquito anofeles no llegaba y donde la población no ha desarrollado aún defensas. Pero a mí me preocupa, tanto o más, la pérdida de calidad de los alimentos.
¿Se están secando las cosechas?
Ya le he dicho que los procesos de que hablo son mucho más graduales e indirectos. Verá: al aumentar el calor, escasea el agua y, para ahorrarla, se cortan los setos y arbustos que antaño proliferaban y ahora se secan.
¿Es grave?
Sí, porque las abejas y otras especies de insectos que desaparecen antaño los polinizaban y después también polinizaban las cosechas de las que nos alimentábamos y las enriquecían.
Parece que hay alarma por las abejas.
Cada vez hay menos: cierto. Y son tan imprescindibles para nosotros como las mariposas.
¿No podemos sustituir la miel?
Perder la miel es una tragedia, pero es peor que, al no ser ya polinizadas como antaño por abejas e insectos, las frutas y las verduras que comemos van perdiendo vitaminas, sabor, olor y nutrientes. Y nosotros, placer y salud.
¿En qué proporciones?
Hasta el punto de que hemos empezado a detectar nuevas y graves carencias en la dieta de algunas comunidades.
¿Es muy grave?
Un reciente informe apunta a un millón de personas al año que sufren enfermedades mortales a causa de las deficiencias nutricionales por la falta de polinización. En esas zonas precisamente es donde la desaparición de los setos y la deforestación están acabando con las abejas y otros insectos polinizadores.
¿Sólo por eso puede deteriorarse la salud de toda una sociedad?
Añada, además, el empobrecimiento de la riqueza mineral de los suelos causado por la deforestación y la pérdida de biodiversidad vegetal, ergo animal.
Yo creí que me iba a hablar sobre todo del sol y del cáncer de piel.
También es preocupante su aumento, pero lo doy ya por bien conocido. Déjeme darle al menos una buena noticia.
Sea usted muy bienvenido.
La contaminación atmosférica agrava los efectos del cambio climático...
No sé si es una buena noticia.
...Pero al combatir la contaminación, estamos también combatiendo el cambio climático, y esa es la buena noticia: podemos frenar los dos problemas a la vez.
¿Cómo conseguirlo?
En las ciudades más que en los estados es donde estamos logrando pequeñas victorias cada día, que van siendo grandes.
¿Por qué en ciudades y no en países?
Porque tienen mejores líderes ahora mismo que deben responder ante sus vecinos a diario. Los ciudadanos quieren mejor aire, agua y movilidad y pueden controlar esa mejora.
¿Y la están consiguiendo?
En muchas ciudades, sí. Barcelona o Madrid tienen niveles de polución atmosférica preocupantes y deben corregirlos ya, como apunta la UE, pero también pueden lograr pronto el grado de complicidad necesario entre gestores y ciudadanos para mejorar.
¿Alguna ciudad ejemplar?
En Londres tenemos un excelente alcalde y gran líder, Sadiq Khan, que lo está consiguiendo. Cada vez se respira, camina y pedalea mejor y más sano en toda la ciudad.
¿La ideología de cada alcalde influye?
Khan es laborista, pero ha habido otros grandes líderes que han hecho su ciudad más sana para todos y no eran de izquierdas, como Bloomberg en Nueva York. Más que de compartir una bandera, se trata de que el alcalde sepa crear complicidades.
Fuente: La Vanguardia
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