No es nada fácil concretar con exactitud cuando aparecieron las abejas en nuestro planeta. El ámbar, resina fósil transparente de color amarillo, procedente de las coníferas del Terciario, ha conservado algunos restos, a varios lugares del mundo, que han permitido situar algunas especies de abejas primitivas, hace unos 80 millones de años según publicó *Butler.
Según este autor, parece que la abeja evolucionó a partir de alguna avispa solitaria al sur del continente de Asia. Esta avispa, se organizó en colonias para sobrevivir a condiciones ambientales difíciles. Con el paso del tiempo, estas sociedades de abejas se extenderían a los otros continentes.
En Rubielos de Mora (Teruel) y a Ribesalbes (Castelló), se ha encontrado ámbar procedente del Mioceno, de hace unos 20 millones de años, con himenópteros como la raza de abeja Apis aquisextana, especie que también se ha identificado a algunos lugares de Francia en los fósiles que allí han aparecido. La conclusión a la cual llegan diferentes historiadores es que las abejas organizadas ya en enjambres, viven en la Tierra desde 600.000 años atrás, mucho antes de aparecer la especie humana, calculada en 130.000 años, pero el más probable es que los homínidos de hace 3 o 4 millones de años ya aprovechaban la miel en su alimentación.
Fuente:
ECOLLUITA - Diari Apícola
Autor: Miguel Blanes
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