Abejas fuera del aula

La asociación Verde Vereda inicia sus actividades con una demostración de apicultura para escolares


Gota a gota, van surgiendo asociaciones e iniciativas de educación ambiental que ayudan a pintar un futuro un poco más sostenible y respetuoso con la naturaleza. Un ejemplo reciente es Verde Vereda, que han puesto en marcha en Murcia la bióloga Marián Climent y el veterinario Rafael Serrano. Entre sus objetivos, "la difusión, fomento y puesta en valor del patrimonio natural, cultural, geológico, etnológico, agrícola y ganadero local". Lo que no es poco. Su primera iniciativa se llama 'Abejas fuera del aula', está concebida como una actividad extraescolar orientada a alumnos de Primaria y Secundaria, para que conozcan la apicultura, y es la puesta en práctica de un trabajo de fin de máster en el que han participado profesores del departamento de Didáctica de las Ciencias Experimentales de la Universidad de Murcia.

'Abejas fuera del aula' se desarrolla en plena huerta (Rincón de Beniscornia), en la explotación familiar que sacan adelante Guillermo y Santi desde 1970 (Miel Monasterio de Los Jerónimos). La primera sesión se celebró a principios del mes pasado con estudiantes de los centros educativos Las Tejeras y Francisco Salzillo de Alcantarilla.

"El objetivo es sensibilizar sobre el papel que juega la biodiversidad para el ser humano, aumentar el interés por los invertebrados, concienciar sobre el problema del despoblamiento de las abejas y reconocer el trabajo que realizan los apicultores", explica Marián Climent.

Para llamar la atención de los niños, Verde Vereda les planteó un problema que debían solucionar: la misteriosa desaparición del zumo de naranja y las tostadas con miel del desayuno. ¿Qué hacer? "Partiendo de este caso, los estudiantes trabajaron como detectives y trataron de resolver la relación entre el zumo de naranja, la miel y las abejas, así como sus problemas y soluciones", relata la cofundadora de Verde Vereda.

"Tras la actividad, las respuestas de los estudiantes han sido mucho más elaboradas e incluso han sido capaces de proponer soluciones al problema de las abejas y comprometerse de algún modo. Mediante esta iniciativa queda patente que es posible satisfacer a toda la comunidad educativa (padres, estudiantes y alumnos) y colaborar con los agentes sociales cercanos, como apicultores y agricultores en favor de una sociedad sostenible", señala Marián Climent.