Los resultados del trabajo se publicaron recientemente en la revista científica Functional Ecology. Como autores del estudio aparecen los científicos Daniel Kenna, Samraat Pawar y Richard J. Gill, todos del Imperial College de Londres
Un leve aumento en las temperaturas puede ser bueno para las abejas
En un principio, los datos habían revelado que los leves aumentos de temperatura en el Norte del planeta parecieran ser beneficiosos para algunos pequeños insectos. Eso debido a que tanto abejas como abejorros se mostraron más motivados para volar en general y buscar polen para sus colonias.
Tanto las abejas como los abejorros pertenecen a la familia Aphidae. En general, no difieren mucho en comportamiento, por lo que se distinguen por variaciones muy específicas. Por ejemplo, los abejorros son naturalmente más grandes y tienen un cuerpo más peludo. Finalmente, las abejas producen miel, mientras que los abejorros no.
De resto, ambos tienen estructuras sociales y funcionamientos coloniales muy similares. Por ende, los elementos que afectan a uno rápidamente podrían llegar a ser dañinos para el otro también.
Curvas de rendimiento térmico (TPC) para trabajadores que abarcan un rango de tamaño corporal. Tres TPC correspondientes a la masa corporal seca media (73,3 mg; línea media, guiones cortos), mínima (46,7 mg; línea inferior, guiones largos) y máxima (106,9 mg; línea superior, sin guiones) de todos los voladores exitosos. Los círculos negros indican el óptimo térmico para cada individuo y la línea negra discontinua indica la temperatura correspondiente (24,7 ℃).
Las temperaturas extremas entorpecerán el vuelo de los abejorros
Durante el actual experimento, los investigadores trabajaron con abejorros conectados a una máquina con disposición de “molino” que les permitía medir qué tanta distancia era capaz de volar el insecto antes de agotarse. Adicionalmente, junto a las mediciones se realizó también un control de temperatura. Todo para poder entender de qué modo podía cambiar el desempeño de vuelo dependiendo de las fluctuaciones ambientales.
Los investigadores notaron que el desempeño general de los abejorros tendía a mejorar en ambientes que tuvieran como mínimo 12 °C. De hecho, sus capacidades fueron mejorando incluso más en temperaturas de 25 a 27 °C, sobrevolando hasta 3 km en su óptimo térmico. No obstante, una vez se pasado cualquiera de los umbrales, el desempeño de los insectos empezaba a ir en picado.
Durante el actual experimento, los investigadores trabajaron con abejorros conectados a una máquina con disposición de “molino” que les permitía medir qué tanta distancia era capaz de volar el insecto antes de agotarse. Adicionalmente, junto a las mediciones se realizó también un control de temperatura. Todo para poder entender de qué modo podía cambiar el desempeño de vuelo dependiendo de las fluctuaciones ambientales.
Los investigadores notaron que el desempeño general de los abejorros tendía a mejorar en ambientes que tuvieran como mínimo 12 °C. De hecho, sus capacidades fueron mejorando incluso más en temperaturas de 25 a 27 °C, sobrevolando hasta 3 km en su óptimo térmico. No obstante, una vez se pasado cualquiera de los umbrales, el desempeño de los insectos empezaba a ir en picado.
¿Qué significa eso a largo plazo?
En el norte, mientras no haya aumentos de temperatura demasiado elevados, los abejorros, abejas y demás insectos podrían verse beneficiados por el escenario que plantea el calentamiento global. Ahora, esa situación no sería igual en otras partes del mundo.
Por ejemplo, las contrapartes sureñas de los abejorros, abejas y demás insectos podrían ver afectado su vuelo más rápido, ya que en sus territorios más cálidos sería más fácil alcanzar temperaturas extremas, o que, por lo menos, superen los 25 °C.
Eso podría traer consecuencias negativas para la polinización de los territorios en los que dichos insectos hacen vida. Igualmente, podría hacer la diferencia en la dispersión de enfermedades asociadas a ellos. Como si fuera poco, también podría presentar cambios en la distribución y aparición de las plagas agrícolas.
En general, los investigadores consideran que sus esfuerzos podrían utilizarse para desarrollar predicciones acertadas de posibles escenarios futuros asociados al calentamiento global. De ese modo, podremos prepararnos de antemano para afrontar sus posibles consecuencias negativas y, tal vez, aprovechar las positivas.
Fuente:
TEKKRISPY CIENCIA.
Thermal flight performance reveals impact of warming on bumblebee foraging potential: https://doi.org/10.1111/1365-2435.13887
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